Visión y Metas

Quienes hemos decidido constituir el movimiento Legado a las Américas, somos una alianza libre de asociaciones nacionales y continentales y ciudadanos que cooperamos alrededor de una carta de principios que nos son comunes.

El fin es alcanzar un reavivamiento ético y cívico, y como resultado de este una renovación y reforma en el campo político, económico y social a nivel continental.

EL FIN ES ALCANZAR UN REAVIVAMIENTO ÉTICO Y CÍVICO

Podemos definirnos como un movimiento de conciencia. Legado a las Américas es una organización independiente de credos o partidos políticos y aunque laica, se basa en valores espirituales y reconoce el gran valor de las religiones en la construcción de culturas y civilizaciones.

PODEMOS DEFINIRNOS COMO UN MOVIMIENTO DE CONCIENCIA

Como lo dice nuestro nombre, “Legado a las Américas”, deseamos dejar una huella en la historia de nuestro continente. Que las futuras generaciones reciban una herencia espiritual, moral, cultural y social mejor de la que nosotros recibimos.

Para cumplir esta meta, no solo somos una asociación que educa a nuevos líderes, estudia temas atemporales y contemporáneos sino ansiamos llevar adelante un activismo cívico. No somos un mero movimiento testimonial vamos en el camino a ser una fuerza ideológica que inspire a organizaciones y miles y miles de latinoamericanos y americanos en general, a levantarse para revertir la decadencia de nuestras naciones.

NO SOMOS UN MERO MOVIMIENTO TESTIMONIAL

Tenemos definiciones claras. Defendemos los valores y virtudes perennes frente al relativismo ético. La república y la democracia, el gobierno de las leyes y la constitución por sobre el poder temporal de unos y otros. El estado de derecho, las libertades de religión, conciencia y opinión. La familia y la educación de las virtudes espirituales y éticas universales. La libertad de las personas de alcanzar su felicidad material para ellos y sus familias y por extensión al resto de la sociedad mediante la libertad económica, el mercado libre, sin opresión estatal y con el único límite de la justicia y de la conciencia de cada ciudadano.

Defendemos por ello los fundamentos de Occidente vinculados a la tradición judeocristiana, a la filosofía clásica griega, al pensamiento republicano y del derecho romano, a los pensadores cristianos y las figuras de la Ilustración como Isaac Newton, Adam Smith y John Locke.  Pensamos que es necesario revivir estas raíces de la religión, la filosofía y la razón, para evitar nuevos totalitarismos en el siglo XXI.

DEFENDEMOS LOS FUNDAMENTOS ORIGINALES DE OCCIDENTE

No es el momento de cruzarnos de brazos. Hacemos un llamamiento a todos quienes pueden coincidir con nuestra visión y metas, para trabajar juntos, pero con independencia institucional. El tiempo que se pierde no se recupera.