Activismo cívico: el espacio se recupera, pero el tiempo no
Toda época tiene su espíritu y esta es una época que llama a actuar. Como dice el lema de Legado a las Américas: “La ocasión como el fierro; se ha de machacar caliente” (José Hernandez – “Martín Fierro”).
Hoy estamos enfrentados a dilemas que definirán la situación futura de nuestro Continente por décadas y décadas. Hay muchas formas de actuar y nosotros promovemos el Activismo Cívico. Para entender esto, es importante saber que el término civismo tiene dos acepciones que no se contraponen: “amor y celo por las instituciones e intereses de la patria” y “amor, celo y generosidad al servicio de los demás ciudadanos”
El Activismo Cívico que proponemos a nuestra juventud hunde sus raíces en los principios de nuestro Decálogo que defiende valores, virtudes y causas claras y con firmeza, así como también manifiesta, cuando la situación lo amerita, su firme oposición a fenómenos éticos, culturales, sociales y políticos que atenten contra las bases mismas de Occidente. Pero la promoción de todo esto debe ser encauzada y manifestarse en asuntos concretos que van más allá de lo meramente declaratorio.
No queremos una acción cívica que se vea atada a lo que hoy se denomina “políticamente correcto”, por el contrario, buscamos afiliarnos a las palabras que William Penn profirió: “Lo correcto es correcto, aunque todos lo condenen, y lo incorrecto es incorrecto, aunque todos lo aprueben”.
Organización, plan, formas y metas
Activismo Cívico es un proyecto de Legado a las Américas que cuenta con el apoyo de todo el cuerpo de éste, en cursos, seminarios, relaciones, comunicaciones, bases de datos, así como el apoyo de las organizaciones fundantes y aliadas a Legado en distintos países. Esta en una primera etapa de desarrollo en la que estamos intercambiando ideas sobre las causas que se promoverán, las formas de promoverlas, las metas concretas y ampliar la base militante
Legado a las Américas está totalmente comprometido con este proyecto. Entiende que la juventud – aunque no sólo ella – tiene la fuerza e idealismo que le permitirá marcar la diferencia. No es un proyecto sectario en lo referente a las edades. Tenemos mucha gente con vasta trayectoria que puede aconsejar y aportar cuándo y dónde se requiera. Es bueno aprender de lo bueno y de lo malo para perfeccionar y cambiar.
Esperamos, sinceramente, que Activismo Cívico mueva tu corazón, conciencia, capacidades intelectuales, te inspire y mueva tu voluntad a la acción.
Seremos parte de una lucha cultural, social y política por los destinos de las Américas. No nos crucemos de brazos. Actuemos.