Principios
Somos organizaciones y personas a las que nos motiva trabajar agrupados en función de una carta de principios, valores y virtudes, y metas concretas las cuales nos son comunes y aspiran a una revitalización ética y cívica que resulten en la renovación y reforma en lo social, económico y político.
1.
La persona, el ser humano, tiene el más alto valor y dignidad y es trascendente por su naturaleza espiritual innata. Las acciones humanas tienen consecuencias eternas.
2.
Los derechos originales del ser humano, que le han sido otorgados por el Creador. No le han sido otorgado por gobiernos o leyes, sino que ellos deben reflejar los mismos y el propósito moral de la vida humana. No se puede separar esos derechos de los deberes, ni la libertad de la responsabilidad y reconociendo que las personas pueden ejercer un libre albedrío.
3.
Una vida recta, una sociedad libre, justa y pacífica, se sostiene en valores, virtudes espirituales y éticas universales, las cuales se reflejan en las mejores tradiciones de las Américas. Reconocemos a la tradición judeocristiana y la filosofía moral griega como los sustentos de la formación de Occidente y abogamos por que estas raíces revivan frente a la decadencia de nuestra herencia cultural.
4.
La familia, es la escuela del amor y es la base para una formación moral, individual y ética social, siendo el modelo para una sociedad armoniosa. La destrucción de matrimonio heterosexual es un ataque al fin superior de la familia.
5.
La educación del carácter es una prioridad ineludible. Forjar un buen corazón y una conciencia alerta sobre el bien y el mal, son los fundamentos para buenos ciudadanos con empoderamiento, rectitud y honestidad.
6.
Los niños y jóvenes deben reconocer la enseñanza de virtudes éticas y cívicas. El civismo (amor, celo y generosidad al servicio de los demás ciudadanos), es la virtud suprema de la nación.
7.
Apoyamos a la República y el Estado de Derecho, como garante de las libertades civiles, la garantía de una democracia y el sometimiento de los gobernantes a la Constitución y las Leyes. La República es el gobierno de las virtudes, la constitución y las leyes sobre la veleidad de los gobernantes y la democracia su compañera debe reflejar la voluntad libre y sin coerciones en la elección de sus representantes.
8.
La propiedad es un derecho inherente, así como la iniciativa privada y el mercado libre, son los mejores medios para el progreso. Sin la opresión de un Estado la empresa privada derrama la riqueza en la sociedad. Los límites son la justicia y la conciencia moral de quienes son parte de la iniciativa privada. Así mismo, la igualdad de oportunidades, la autosuficiencia de cada ciudadano y la movilidad social, siguen siendo instrumentos para alcanzar la equidad, libre de la opresión del populismo.
9.
El buen gobierno, tiene como base que los gobernantes quien su accionar y conducta para el bienestar común, por encima de cualquier interés personal, sectorial o partidario. El buen gobernante no debe aprovechar su poder para oprimir las fuerzas productivas de la sociedad ni para imponer políticas en cuestiones de valores y opinión que no contemplen la libertad individual.
10.
La lucha contra la corrupción pública, un mal que carcome la fe en la democracia republicana, y cae sobre los más pobres, exige un castigo de la justicia. Especialmente la corrupción que se genera en el seno de los gobiernos y en las empresas nacionales prebendarias de beneficios oficiales indebidos. Por último, declaramos nuestro compromiso inclaudicable en apoyar la oposición a las dictaduras de Cuba, Nicaragua y Venezuela, luchando por el fin de estas.